lunes, 19 de abril de 2010

Aprendiendo a vivir con Playskool.

Hoy día si quieres saber algo, sobre cualquier tema en general, la respuesta es la Wikipedia, o en su defecto, google. Gran error. Es una estupidez, acojonante. ¿Por qué? Porque no hace falta acudir a ningún sitio más allá de la cocina de tu casa. Allí, estará tu madre, delantal puesto, radiolé sintonizado y rehogando cebolla. Que no sé por qué si una madre no rehoga cebolla parece que la comida que ha hecho no tiene mérito. Bueno, pues ella, sin saberlo es la solución a todas tus dudas. Porque ella es un ser superior, que todo lo ve y que todo lo sabe. Y por tanto puede ayudarte a salir de cualquier situación.

Lo mejor de todo, es que no necesitan darte una disertación tremendamente (y ahora algu@ estará pensando "como tus post hija, que vaya telita...") larga que luego tu interpretes y moldees para aplicar a tu problema. No. Es mucho mejor. Se limitan a usar frases, que sólo se pueden usar si eres madre. Es como lo de ponerse la rebequita encima de los hombros, sin meter los brazos en las mangas, que si lo haces y no eres madre, pues pierde el sentido.

Pues eso, aquí van las frases que más utiliza mi madre y que yo, como alma inquieta y necesitada de saber que soy, apunto siempre para no perderlas de vista. Las voy a ir poniendo en fascículos, más que nada porque así me ahorro broncas por pasarme tantos días sin actualizar (ejem, ejem!!)

Frases de madre I.- Porque tu madre es mejor ilusionista que Eduard Norton.

Estás buscando algo en un cajón de tu habitación. Probablemente algo que llevas un huevo de tiempo sin usar, pongamos por ejemplo una cámara de fotos. Y no la encuentras. NO la encuetras. Has sacado y metido todo lo que había en el cajón y has visto que no estaba. Así que, acudes al ser superior y preguntas:

- Mamá, ¿y la cámara de fotos?
- EN SU SITIO.
- Ya he mirado y ahí no estaba.
- Pero, ¿HAS MIRADO BIEN?


Y en ese momento, tu, que te fías más de tu madre que de ti mismo, vuelves a revisar el cajon y la camara evidentemente sigue sin estar ahí. Y vuelves:

- Si, he mirado y no está.

Y aquí tu madre te suelta la segunda frase, que ya te hace pensar que su cólera va a erupcionar de un momento a otro.

- COMO TENGA QUE IR YO Y DÁRTELA, VERÁS....

Entonces, acojonado, vuelves a ir al cajón, aunque sabes que la cámara no va a estar y vuelves a sacarlo todo...pero nada. En ese momento, tu madre, que sabe que eres un inútil y que no has encontrado aún la cámara, va hacia ti, dando pasos que son mucho mas sonoros de lo habitual. Pasos que retumban una barbaridad y que hacen q tú mismo en tus propios adentros, retumbres también una barbaridad. Se para en el alféizar de la puerta, tu la mirás y ella está iluminada por una luz trasera. Que es la de la ventana del salón, pero como tú estás jodido y ella va a solucionar tu problemas, piensas que es un halo de gracia y divinindad que la rodea. Entra en la habitación y a cada paso que da aproximándose a ti y al cajón, su mirada de condescendencia y de "pero ¿por qué jamás me habrá dado subvenciones el Gobierno, con el hijo tan subnomal que tengo?", se clava en ti. Entonces, abre el cajón y casi sin mirar, con un sublime movimiento de muñeca que le permite retirar el primer jersey, saca la cámara y la pone delante de tu cara.

- ¿Qué, estaba o no estaba? Si es que NO SÉ CÓMO PUEDES IR ASÍ POR LA VIDA

Y tú ahí te quedas, con tu cámara, sí, pero con la moral minada y sobre todo,preguntándote como cojones lo ha hecho.

Pero no hay explicación, esas cosas sólo las puedes hacer si eres madre. Obvio.




"Te fuiste dejando, y..."

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