viernes, 18 de diciembre de 2009

A sus altezas reales los Reyes Magos

Queridos Reyes Magos:

Ante la inminente llegada de la noche de Reyes, y puesto que todos sabemos que ustedes son reales y que bajo ningún concepto son una invención de los centros comerciales y similares para hacer caja, me dirijo a sus altezas reales con motivo de expresarles lo que deseo obtener este año como regalo de Navidad. Es fácil, además no les ocupará mucho espacio, lo cual a ustedes yo sé que les trae al pairo pero a sus camellos estoy segura de que no. Que por cierto, ya que ha salido el tema, yo creo que si son capaces de regalarle a la gente Ipods, ordenadores o consolas, tampoco pasaría nada porque ustedes mismos se modernizaran y, por un lado aparcaran los camellos y se compraran una furgoneta, y por otro, echen de una puta vez a la basura esas capas que me llevan desde los tiempos de maricastaña, que de verdad que insultan al gusto estético de cualquiera. Bueno, pues lo que necesito que me traigan este año (además del carbón, claro, que está super rico), es un poco mano izquierda a la hora de discutir y decirle las cosas a la gente. Y a continuación les explico por qué.

Ayer, me hallaba como todas las tardes de mi triste existencia, culturizando a uno de mis ineptos. He de hacer notar llegados a este punto que el inepto en cuestión es el chaval más pardo con el que me he cruzado en mi exitosa andadura por el mundo de las clases particulares. Total que tras pasar una hora y media intercalando explicaciones sobre inecuaciones con fantasías sobre como matar y torturar al susodicho chavalín, llegó el violento momento de decirle a la madre que su hijo, por pardo que es, iba a cagarla soberanamente en el examen que tenía hoy por la mañana. Lo hice de verdad con toda la delicadeza que pude, dándole a entender a la progenitora del inpeto que él había hecho todo lo que podía pero que iba a estar difícil. Tomémonos un momento para definir a la madre del chaval. Esa mujer yo creo que responde perfectamente a una idea de mujer que se expresa en la siguiente frase: es una zorra castradora y que le está amargando al vida al chico. Tras decirle que su hijo probablemente caería estrepitosamente en el examen y sugerirle que aumentaramos el número de clases después de navidades, la mujer montó en cólera y me acusó de estar haciendo mal mi trabajo intencionadamente para darle más clases y cobrale más.

Bien, tras esta acusación, y con mi orgullo de docente comprometida totalmente herido, me limité a decirle que lo que necesitaba su hijo no era una profesora particular de mates, si no una madre que confiara en él y le quitara presión (es totalmente cierto, el chico se bloquea por miedo de fallarle a la madre, cosa que me ha confirmado él). Moraleja de la historia: la mujer quiere a otra profesora para su hijo.

Así que por eso, os pido desesperadamente y por el bien de mi futuro, que me déis algo de cordura y sensatez a la hora de hablar. O que por lo menos, si miento en situaciones como esta, entendáis que es necesario y que no influya en mis regalos del año que viene. Si no lo hacéis, en breve me veréis colgado una entrada sobre cuánto disfruté tatuándoles en la frente "hijos de puta" a todos esos huérfanos que había en aquel orfanato...

Atentamente,

una fan confesa.





PD.: De todas maneras, tras contárselo a Madre, que es, con mucho, la persona más sabia que conozco, me dijo una frase apropiadísima para la situación:

"Piensa que todo podría ser peor. Es como cuando te caga un pájaro recien salida de la peluquería. Imagínate si existieran realmente los pegasos..."




1 comentario:

  1. Me declaro fan de tu Madre!!! (Y por la señora esa... de todo hay en la viña del señor)

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