domingo, 7 de marzo de 2010

Grandes momentos de la caja tonta

Hoy, no sé por qué pero me he despertado con una canción en la cabeza. Es una canción que según parece siempre ha estado flotando en mi subconsciente, si no, dime tú a qué cojones se debe que a estas alturas del partido me levante cantando esto:



Y lo peor de todo, es que evidentemente, según me he despertado, he ido corriendo a youybe a ver los vídeos de las mamachicho. No recordaba yo esas miradas sugerentes de esas pizpiretas muchachas, esos pasos elegante y acompasados, esa manera inocente a la par que elegante de señalarse los pezones durante el baile...Entre eso y que mucha de la gente de nuestra generación veía el programa de Leticia Sabater, creo que no me equivoco si digo que una generación entera de este país sufre traumas infantiles inconfesables.

De todas maneras, lo que mas me inquieta de esta canción es la letra. Es corta, pero encierra una verdad tan aplastante que no deja lugar a réplicas. Las mujeres, hace 20 años, también eran unas pérfidas, Y si no que se lo pregunten al pobre Chicho. Él estaría ahí, tranquilito, leyendo sus cómics de Batman y de repente aparece una conga de mujeres en tanga, con gorros super raros en la cabeza (en este video en concreto no hay gorros, pero en otros muchos sí) que le dicen "tócamen Chicho si mama no mira, porque si nos ve nos va a regañar. Tócame Chicho si mama no mira porque si nos ve, nos hace casar". Y el pobre Chicho, que es obediente, y, ¡qué coño!¿por que no decirle?, quiere tocar teta, va, toca y las hijas de puta se lo cuentan a su madre e imploran su protección. Y además lo hacen cantando y con el mismo moviento de putitas redomadas que hacían mientras se insinuaban a Chicho. Unas zorrupias, vamos.

Por eso, y porque creo que estoy enamorada de Millán Salcedo, me quedo con esta versión de Mamachichos mucho menos putas y más preocupadas por la denuncia social.


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